—¿Cómo se pone fin a 28 victorias seguidas de Bou?
—Pues entrenando, insistiendo. La verdad es que llevaba semanas estando muy cerca, ganando incluso en Toulouse, prueba que no puntuaba para el Mundial, y por fin llegó.
—Las sensaciones ya eran buenas en Toulouse o Marsella. ¿Le permitían pensar que en Pau, ese día sí, ganaba?
—He tenido un buen inicio de año. La carrera de Pau no era fácil, se vio con los puntos del tercer y el cuarto clasificado, y hubo que hacerlo muy bien.
—En trial, por su exigencia técnica, nunca se deja de aprender. ¿Qué gana Raga en plena madurez?
—Creo que la edad ideal es en la que yo gané mis Mundiales, de los 20 a los 25 años, pero de todas maneras me encuentro muy bien, físicamente sin problemas y recuperado de las lesiones. Estoy disfrutando.
—Y para saborear este buen momento, la próxima cita será en Barcelona (8 de marzo)...
—La del Palau Sant Jordi es una carrera que me encanta, gané ya en mi debut. Lo gané cinco veces, así que me gustaría volver a hacerlo. Esta victoria me da mucha confianza.
—En Pau metió presión a Bou, ¿hay más pilotos que puedan sumarse a ese baile?
—Todos los que estamos delante, sobre todo los cuatro españoles, rendimos a un nivel muy alto. Las diferencias son mínimas. Toni ha ganado mucho, pero en el outdoor ha habido dos Mundiales en los que nos jugamos el título en la última carrera y ganó él por poco. Es cierto que Toni está muy fuerte, que bueno... es el mejor piloto de la historia, y ganarle siempre es difícil, pero soy el que más lo ha hecho y estoy contento de poder aspirar a ganar, que es por lo que compito.
—¿Ganar a Toni Bou sabe el doble de bien?
—Sí, sabe el doble de bien, muy bien, porque su palmarés refleja su carrera deportiva, dieciséis títulos mundiales no los ha conseguido nadie, y luchar contra él siempre es muy difícil, y ganarle también. La gente lo ve y lo reconoce, porque tiene el equipo más potente del trial y el de más presupuesto , y todo ayuda.
—El triunfo coincide con el preconcurso de acreedores en Gas Gas. ¿Un extra de orgullo?
—Sí, es una situación complicada que afecta a todos, pero en el equipo, al igual que en la fábrica, hay una calidad humana tremenda y por eso logramos éxitos pese a competir con una marca tan potente como Honda. Y con un presupuesto infinitamente inferior.
—¿Repercute esa crisis en la evolución de la moto?
—Estamos contentos, aunque supongo que siempre se puede mejorar. Se da el cien por cien, no me puedo quejar. El afán competitivo se debe a las ganas que ponemos. Este éxito se lo merecen todos los trabajadores.
Por:
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